Debí morir...
Cuando nací y mi cuerpo débil se apagaba, no debieron salvarme.
Debí morir...
Cuando de niña no hubo qué comer, no debieron detener mi hambruna.
Debí morir...
Cuando de adolescente me destruyeron en burlas, no debieron intervenir.
Debí morir...
Cuando me dejaron tirada en la noche, no debieron dejarme viva.
Debí morir...
Cuando todas esas pastillas entrar en mi cuerpo, no debieron sacarlas de ahí.
Debí morir...
Cuando los golpes machacaban mi cuerpo, no debieron parar.
Debo morir...
Porque la pena carcome mi alma, mi mente y mi cuerpo: y en esta guerra no puedo más.